El capitulo “El Gran Vuelo” obtiene unos mensajes vitales de lo que habían elaborado durante toda la obra. Encontramos una espiritualidad divina que es la fundación de la vida; además, todos los pensamientos y sufrimientos que se constituye pueden disminuir por la fe. Experimentamos un reino mágico que se enfrenta con el realismo de la sociedad moderna. Para meternos en el mundo espiritual, tenemos que dejar los pensamientos humanos y aceptar lo que experimentamos. La sociedad moderna aplica un sistema de conformidad; sin embargo, no tenemos que atenerse esta institución de poder—uno se puede tomar su propio camino para obtener paz. Este concepto de paz solo se puede encontrar con una conexión espiritual del creador. Sin darse cuenta de este concepto, la persona se representa como una maquina que debe producir lo que quiera la sociedad—la persona es una victima atrapada en tiempo. Cuando en realidad, el tiempo no existe. Todos embarcamos en búsquedas para encontrar la pregunta arquetípica, “¿Quien soy?,” y “Que es la significancia de la vida.” Con una aplicación espiritual, nos damos cuenta que nosotros somos las manifestaciones de Dios. Entonces, hay un gran intercambio de las fuerzas sobrenaturales que no se parecen pero si existen en la sociedad. Este capitulo es un buen ejemplo de la conexión entre hombre y Dios.
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